sábado, 1 de octubre de 2011

De las que ponen y de las que no

Ante los altibajos en el numero de huevos que ponen nuestras “mimadas amigas” y ante la sospecha de que alguna ociosa solo se dedica a comer y “disfrutar de la vida”, se iniciaron las pesquisas.
Chapuceando por internés, después de leer cosillas varias sobre gallinas... un resumen de lo visto en cuanto a la cosa de las que no ponen, ahora bien, no se si tendremos la agudeza de observar y determinar.
"Cuando una gallina deja de producir, sufre cambios en la coloración o
pigmentación de sus patas y pico, los que se tornan de un color mas amarillo,
en contraste con el color mas pálido de las gallinas que están en producción. La
cloaca de una ponedora activa es grande, húmeda y de forma ovalada, mientras
que en la que no pone la cloaca es pequeña, seca y casi redonda.
La cresta de una buena ponedora es grande, lustrosa, de aspecto saludable. En
las no ponedoras, la cresta se nota pequeña y opaca.
Si se toma entre las manos un gallina en plena producción, se palpa que los
huesos púbicos y la punta del esternón guardan una amplia separación entre
ellos, facilitando el paso del huevo. Por el contrario, en el gallina que no esta
poniendo, estos huesos están cerrados."
Hablando con Mariano el vecino... (voz de la experiencia en estos asuntos) nos contó...
El tiene ahora 24 gallinas y coge una media de 12 huevos diarios, lo primero que nos dijo fue que es raro que una gallina ponga todos los días (sería una maquina), la forma de saber cual pone y cual no, es observarlas mucho y conocerlas bien. Lo de la cresta roja y lustrosa es una buena señal. Las más desplumadas así como las apocadas,tristonas,débiles... suelen no poner aunque al recuperar la pluma y el ánimo suelen volver a poner, las más madrugadoras y activas que rebuscan en la tierra y se pegan por la comida suelen ser las más ponedoras (es síntoma de que necesitan más energía). El calor fuerte del verano y el frío intenso del invierno hace que pongan menos en general (pegan un bajón). El gallo no es importante a la hora de que pongan o no, solo lo es para la cosa de sacar pollitos y defender el gallinero del raposo, aunque al parecer si hay gallo los huevos están más ricos. Precisamente el quería ahora sacar pollitos y ayer hizo caldo de gallo porque estaba viejo y "no valía". En su opinión una gallina con tres años o más es vieja y deja de poner aunque el tiene alguna de diez años que sigue poniendo, también tiene una vieja que no pone o pone poco pero es mu hermosa y le gusta tenerla. Por lo visto algunas entran y salen mucho del ponedero, eso es buena señal, se lo esta pensando.
En fin, una instructiva charla gallinera, lastima de grabadora.
Besa, amiga de Patricia (otra voz de la experiencia) nos dijo que tienen un aspecto estupendo. Primero, que no nos comparemos con el otro gallinero que han metido a tres gallinas ponedoras (esas ponen todos los días), las de raza ponen cada dos o tres días (según). Dice que miremos en Internet el numero de huevos/año de la raza nuestra (¿cual es?) y que miremos entonces si ponen mas o menos de lo que corresponde. Las gallinas ponen menos cuando hace mucho calor (lo que justificaría lo poco que pusieron esos primeros días de agosto, quiero recordar), que cuando empiezan a perder la pluma (que es lo que les pasa, nada de piojos) también ponen menos huevos y por otro lado lo de la alimentación, parece que ponen más con maíz .
Quizás estábamos esperando más de ellas, recuerdo que alguien dijo al principio que podíamos sacar casi 1 huevo diario de cada una... pues bien, ya sabemos que de esa supuesta raza ponedora no son.
Todo parece que sean híbridas: probablemente de negra castellana con X rubias industriales. Así se logra una rusticidad que le da la autóctona y una mayor productividad que le da la industrial...
Bueno como veis ni si,ni no, ni bien, ni mal, si no todo lo contrario. Parece que estamos dentro de lo normal, a la espera de que alguien nos ilustre más en la aventura fascinante de "conozca a sus gallinas", habrá que observar e ir pensando el nombre para cada una y el lugar que ocuparan en nuestra mesa el día que las invitemos a comer a casa.